Que bien que te fundaron los abuelos
esos hidalgos de ascendencia vasca
que de acero y lino parecían
que tuvieran el alma
humilde y fraternal como la espiga
y dura como el hierro de la lanza,
Que bien que te fundaron los abuelos
de frente al porvenir, abierta y clara.
Desde la Antioquia maternal vinieron
a la conquista de la selva brava;
nobles aventureros que traian
en la homérica hazaña,
la fe en el corazón y el brazo fuerte
tendido al sol, que manejaron
como invencibles armas
a lo largo del bosque y de la vida
el rosario y el hacha.
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